• C/ Coletos, S/N. Casa de la Cultura Bayra. 04620 Vera (Almería)
  • 670 28 42 63
  • info@morosycristianosvera.com

Historia

LA GUERRA DE GRANADA (1481-1492)

L a conocida como "Guerra de Granada", supuso un hito histórico con múltiples consecuencias, siendo la principal, la desaparición del úlitmo estado islámico en la península Ibérica, a la vez que se daba un giro decisivo al germen del primer Estado-nación que surge en Europa Occidental, con la unión de las Coronas de Castilla y de Aragón, mediante el matrimonio de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, que habían de pasar a la historia y ser reconocidos en la misma, como "Los Reyes Católicos." Una década apasionante, con múltiples matices, hechos, hazañas de guerra, traiciones inconfesables (en el bando granadino), y también con una gran repercusión internacional, como iremos viendo en los próximos comentarios.

LA GUERRA DE GRANADA

HISTORIA

1481

  • EL INICIO DE LA GUERRA DE GRANADA.

    SITUACIÓN DE LA VERA ISLÁMICA.

    La guerra se inicia a finales de 1481, con el sorpresivo ataque de Muley Hacén, tomando la fortaleza fronteriza de Zahara en el sector occidental del reino. Una decisión fatal del Emir granadino, que a la postre significaría, trás una década de lucha, el final de de la Granada nazarí, con la toma de la ciudad de la Alhambra el 2 de enero 1492 por los Reyes Católicos. Para los nazaríes veratenses, el rompimiento de la tregua con Castilla, no implicaba una situación nueva ni nada extraordinario, pues su "modus vivendi" en los últimos 250 años (con la entrada en Lorca de los castellanos), era "La Frontera", un constante ir y venir, de paces, treguas, entradas y salidas de gentes armadas, trajinantes, bandoleros, rastreadores..., dando lugar a una "muy especial" forma de vida de los pobladores, tanto cristianos como mulsulmanes, que compartían ese ámbito espacial común y muchas veces permeable: la frontera murciano-granadina entre los siglos XIII y XV.

1482

  • RESPUESTA DE ISABEL Y FERNANDO A LA TOMA DE ZAHARA POR MULEY-HACÉN.

    LA GUERRA DE GRANADA.

    El Granadino, se equivocó en sus planteamientos: Castilla no había quedado agotada tras la guerra de sucesión con Portugal, que defendia la causa de Juana "La Beltraneja", y asentada Isabel en el Trono, la respuesta fue inmediata y Alhama, una de las "Joyas de la Corona" granadina, se rendía a los Reyes Católicos el 1 de marzo de 1482, intentando los Nazaríes su reconquista en dos ocasiones, cosa que no consiguieron. Como gran consecuencia política, se advierte la llegada al poder, a través de una conspiración, de Boabdil, que se asienta en la Alhambra, mientras su padre (Muley-Hacén) y su tío (El Zagal) se refugian en Málaga: el reino Nazarita está dividido.

1483

  • "DESBANDÁ" CASTEÑANA EN LA AXARQUIA MALAGUEÑA.

    BOABDIL PRISIONERO EN LUCENA. REPERCUSIONES PARA VERA.

    La victoria de Isabel y Fernando sobre los nobles, consolidando el poder Real, otorgaba una gran ventaja a Castilla ante los nazaríes granadinos, divididos al menos en tres banderías. Pero la conquista del Emirato, integrado básicamente por las actuales provincias de Málaga, Granada y Almería, esto es, la "Andalucía serrana", no era tarea fácil: lo abrupto del terreno, las líneas defensivas pobladas de innumerables atalayas y castillos, un ejército numeroso y aguerrido, con Generales muy capaces, hacían muy difícil y costosa la empresa. El Zagal, tiende una celada al ejército cristiano que invade la Axarquía malagueña para apoderarse del importante botín ganadero que invernaba en la zona, sufriendo los castellanos una dolorosa derrota en vidas y número de cautivos. Este éxito, envalentona al celoso Boabdil, que con un numeroso ejército, realiza una importante algarada por las comarcas de Cabra y Montilla, poniendo cerco a Lucena, que resistió hasta la llegada de refuerzos. En la batalla de Lucena, Boabdil, es hecho prisionero, circunstancia que aprovechará, Don Fernando, el Rey Católico y gran estratega, con una formación política, en gran parte recibida en Italia, para establecer unos pactos secretos con el soberano granadino, en aras a la libertad del mismo, cuya vuelta a Granada interesaba muchísimo a Castilla, impidiendo así la unión de los nazaritas. Los pactos del astuto aragonés con Boabdil, tendrán una gran influencia sobre la Vera nazarí y resto del sector fronterizo Oriental, tratándose de enclaves que lo habían apoyado frente a su padre y a su tío (Muley Hacén, y El Zagal).

  • PACTOS PARA LA LIBERACIÓN DE BOABDIL PRISIONERO EN LUCENA.

    LA GUERRA DE GRANADA.

    Como se indicaba en la anterior crónica, la astucia estratégica de Don Fernando impuso el criterio que convenía más la libertad condicionada de Boabdil y su vuelta a Granada, que mantenerlo en cautividad. El precio de la liberación sería alto, y así se fijaron como condiciones esenciales: Boabdil se declaraba vasallo fiel de los reyes de Castilla; el tributo anual (las tradicionales parias) sería de 12.000 doblas de oro; devolvería 400 cautivos cristianos; permitiría el paso de tropas cristianas para hacer la guerra a Muley-Hacen (padre de Boabdil) y a su tío, El Zagal; entregaría como rehenes a su hijo y a los de otros nobles principales, y finalmente, se fijaba una tregua de dos años. Según algunos cronistas de la época, existían otras estipulaciones de carácter más secreto, siendo una de ellas, la promesa de los Reyes Católicos a Boabdil, de que, una vez entregase Granada, se le crearía un Señorío en tierras de Guadix y de Almería, que comprendía las poblaciones más importantes de la frontera oriental: Los Vélez y Vera. El 31 de agosto de 1483, Bobadil regresaba a Granada, encendiéndose de nuevo la guerra civil en el Emirato.

1484

  • GUERRA DE ASEDIO Y SUPERIORIDAD ARTILLERA CASTELLANA.

    LA DECISIÓN FINAL.

    Como se comentaba en anteriores crónicas, se había impuesto el criterio de Isabel I de Castilla, sobre los intereses catalano-aragoneses en Francia, acerca de considerar prioritaria, la eliminación del último Estado musulmán en el occidente europeo: el reino Nazarí de Granada. En el año 1484, se adopta la decisión final sobre la fórmula para la terminación de la guerra, consistente en la ocupación progresiva y sistemática de las plazas, hasta lograr el aislamiento capitalino y su rendición por hambre, mediante el acostumbrado sistema de talas de los bosques granadinos, quema de las cosechas de la vega y destrucción de las acequias y sistemas de riego, tan importantes para los nazaritas. Según algunos cronistas, llegaron a emplearse cerca de 30.000 personas, en esta labor destructora, todo un ejército de proporciones inusitadas para la época.

    Para una más eficaz ocupación de las plazas fronterizas, los Reyes Católicos adoptan una importante decisión: la creación por primera vez en la historia de un verdadero cuerpo de artillería, frente a la cual, las murallas medievales nada tenían que hacer. Las lombardas, los ribadoquines, los falconetes, tenían ante todo un enorme poder disuasorio, pues el solo sonido de la pólvora sembraba el terror, en aquellas poblaciones, que podían recibir sobre sus murallas, balas de piedra de hasta 200 kilos. Las primeras plazas que sufrieron los efectos terroríficos de estos ingenios artilleros, fueron Álora y Setenil, en el sector occidental, que fueron ocupadas por los castellanos.

  • LA VIDA COTIDIANA EN LA FRONTERA ORIENTAL.

    MUERTE DE UN ALMOGÁVARE NAZARÍ VERATENSE.

    La llamada "guerra de asedio", tiene también su expresión en la frontera oriental, intensificándose las entradas de los cristianos lorquinos y murcianos, a talar los campos de la tierra de Vera, capitaneados por el nuevo Adelantado de Murcia D. Juan Chacón. En enero de dicho año, unos almogávares veratenses, entran a robar al campo de Lorca, siendo sorprendidos por los cristianos; en la lucha mueren cuatro nazaríes, entre ellos el temido y famoso guerrero "Abenzada el Bizco", último frontero de Vera capaz de acometer esas arriesgadas correrías por tierras murcianas. Su muerte, llena de desolación a los habitantes de la Vera nazarí, y es celebrada por los castellanos, pues según las actas del concejo murciano, Abenzada era "el mejor adalid y hombre más osado que había en la frontera, y ha valido más su muerte que si murieran cien moros." Sin duda, un temible experto en las frecuentes refriegas fronterizas, pues los almogávares de uno y otro bando, alternativamente considerados como guerrilleros o como bandidos, eran excelentes jinetes y buenos conocedores del terreno, sobresaliendo también en el uso de las armas, siendo por todo ello, temidos y odiados por aquellos que recibían el azote de sus cabalgadas.

  • DISCORDIAS CIVILES DE LOS NAZARIES.

    INTENTO DE EL ZAGAL DE ELIMINACION DE BOABIL EN ALMERÍA. VERA Y ELZURDO.

    La larvada guerra civil en el Emirato granadino, que se había iniciado con la usurpación del trono (privando del mismo al niño Muhammad VIII El Pequeño) en 1419 por parte Muhammad IX "El Zurdo", y que a la postre contribuiría decisivamente a la ruina del reino, tuvo también su expresión en este año 1484, cuando El Zagal se plantó en Almería y asaltó el palacio de su sobrino Boabdil, en un franco intento de acumular todo el poder político, cosa que no logró, puesto que, Boabdil consiguió escapar, casi milagrosamente, buscando refugio en la Corte de los Reyes Católicos, a la sazón establecidos en Córdoba.

    En la secular crisis política que a lo largo de todo el siglo XV, dividió en banderías a los musulmanes granadinos, Vera tuvo un singular protagonismo, en concreto, con el desembarco en sus playas de Muhammad IX El Zurdo en el año 1429, en su intento, que culminó con éxito, de recuperar el trono, del cual fue desposeido pr Muhammad XVIII el Pequeño en 1427. El Alcaide de Vera, fue el primero en reconocer como rey al Zurdo, tras su exilio en Túnez, abriéndole el camino de Almería, que también lo reconoció. Estos hechos ponen de manifiesto la importancia de la ciudad de Vera en esa época, como la gran plaza estratégica de la frontera oriental nazarí, que tenía sus homólogas castellana en Lorca y aragonesa en Orihuela, tal y como atestiguan las fuentes documentales de esta dos dos últimas ciudades.

1485

  • CONTINUACIÓN DE LA GUERRA DE "DESGASTE". MUERTE DE MULEY-HACÉN.

    RELACIONES PACÍFICAS EN LA FRONTERA ORIENTAL: FUENTE LA HIGUERA.

    En este año de 1485, los castellanos prosiguen con la estrategia ya planificada, de "estrangular" la capital del Emirato, conquistando plaza tras plaza. De esta manera, en una continuada activida bélica, caen sucesivamente, en la zona Occidental, la importante plaza de Ronda, Coín, Cártama, y en la parte de Jaén, la fronteriza población de Cambil, tradicional lugar de intercambios comerciales entre ambos reinos.

    Esta guerra de "desgaste" provoca la abdicación del avanzado en edad Muley-Hacén, a favor de su hermano El Zagal, que dado su carácter belicoso, se apuntó algunos éxitos de escasa entidad, en algunas de sus algaradas. A final de año, muere Muley-Hacén, y en el imaginario popular quedó para siempre grabado, que sus partidarios lo quisieron enterrar en el pico más alto de Sierra Nevada, consiguiendo este penúltimo rey nazarí su última victoria: que su nombre quedase para siempre ligado al pico más alto de la peninsula Ibérica: el Mulhacén ¡Justo homenaje a una raza indómita, tan ligada a una tierra que nunca quisieron dejar!

    En el sector oriental, en los 250 años de enfrentamientos entre Lorca y Vera-Los Vélez, hubo muchos periodos de paz, la mayor parte del tiempo, por las treguas que los granadinos acordaban con los monarcas castellanos, declarándose vasallos suyos, y con el consiguiente pago de las "parias". Las gentes de la frontera, de uno y otro lado, estaban condenadas a dos cosas: a guerrear y a entenderse, según tocase en cada periodo. En tiempos de paz, hay un lugar emblemático para pactar: "FUENTE LA HIGUERA", actual pedanía de Pulpí, que limitaba la "jurisdicción real" entre los cristianos lorquinos y los nazaríes veratenses. Además, según las crónicas, existía una gran charca, a la cual acudían a abrevar ganados de pastores cristianos y pastores nazaritas, lo que se llama en derecho "comunidad de pastos y agua", siendo uno de los grandes ejemplos de la vida fronteriza: la necesidad de pactar y entenderse para poder sobrevivir, con independencia del bando al que se perteneciera.

  • DIVISIÓN DEL REINO NAZARÍ A LA MUERTE DE MULEY-HACEN.

    ENTRADA Y DESCALABRO DE LOS MURCIANOS EN LA TIERRA DE VERA. INDEMNIZACIONES.

    Con la muerte de Muley-Hacén, con el apoyo de los Reyes Católicos, Boabdil regresa a Granada, dando de nuevo lugar a encender la llama de la guerra civil. Para evitar una nueva crisis, se opta por la división del reino, asignándose a Boabdil las zonas fronterizas (como la tierra de Vera) y Granada; su tío El Zagal, se queda con Málaga, Almería, Vélez-Málaga, Almuñécar y Las Alpujarras. La división no hace otra cosa que acelerar la decadencia del reino nazarí, empeñados tío y sobrino en multitud de conspiraciones para arruinarse mutuamente.

    En la tierra de Vera, por primavera, el capitán de la frontera, Juan de Benavides, realiza una entrada, arrasando (talando) los campos de Las Cuevas y Vera, pero sufren un contraataque de los nazaríes, que le causan un muerto y dos heridos. Se culpa de la pérdida a quiénes no quisieron participar en la incursión, acordándose que paguen las siguientes indemnizaciones: Caballo y un mulo perdidos, 2.000 maravedís cada uno; rocín con pata quebrada, 1.500 maravedís; hombre muerto: 806 maravedís y hombre herido, 1.000 maravedís. Estas valoraciones ofrecen una idea de la pobreza, en gran parte ocasionada por la contínua guerra de desgaste, de las tierras fronterizas y de la escasez de caballerías, cuyo precio se tasa por encima del de los hombres.

  • MES DE DICIEMBRE DECISIVO PARA EL FUTURO DE LA VERA MUSULMANA.

    PACTO SECRETO DEL ALCAIDE DE ALMERÍA Y VERA CON LOS REYES CATÓLICOS.

    En la intricada y tortuosa historia de las intrigas y discordias internas que influyeron poderosamente en acelerar el final del Sultanato granadino, hay una figura que es bastante menos conocida, pero no por ello menos decisiva: YAHYA AL-NAYAR, Alcaide de Almería y Vera, y con una enorme influencia en todo el sector oriental de la frontera nazarí. Era nieto del rey granadino Yusuf IV, y su padre Aben Celín, también luchó por sus derechos dinásticos frente a Muley-Hacén. Se conoce también como "el Infante de Almería", y en diciembre de 1485, según documento fechado en Alcalá de Henare, pactó secretamente la entrega de Almería y Vera a los Reyes Católicos, a cambio de mercedes territoriales y la concesión también de compensaciones económicas. Curiosamente, este apasionante personaje histórico, no terminaría sus días en África, sino en la Iglesia del Sagrario de Granada ¿por qué? Por su conversión al cristianismo.

1486

  • CONQUISTA DE LOJA.

    NUEVA PRISIÓN DE BOABDIL. PERSONAJES DE LA FRONTERA: LOS GANDULES.

    Como era costumbre en la época, en los albores del verano, mes de mayo, inician los Reyes Católicos su nueva campaña anual en su estrategia, perfectamente diseñada, de acabar con el Emirato granadino. Los muros de Loja, se resienten sin remedio ante los duros embates de la artillería castellana y la importante plaza granadina no tiene otro remedio que capitular. La gran polémica histórica, ya que Boabdil había entrado en la plaza dos días antes de su asedio, es si el "rey Chico" hiizo un simulacro ante los suyos de resistencia, porque ya había pactado previamente con don Fernando la rendición de Loja. Lo cierto es, que Boabdil y uno de sus principales guerreros, Hahmed El Zegrí resultan heridos en Loja, y el sultán de nuevo cae prisionero, debiendo negociar con los Reyes Católicos unas nuevas condiciones para su libertad.

    En la frontera castellano-granadina, como la existente en la línea fronteriza de la Lorca cristiana y la Vera musulmana, florecieron personajes muy singulares, como fueron los "gandules", palabra de origen árabe que se puede traducir por truhán, pendenciero, sin oficio conocido, y también podían ser desertores de milicias organizadas. Lo temible de "los gandules", es que a veces se agrupaban en pequeñas bandas que no respetaban la existencia de las treguas, haciendo la guerra por su cuenta, destruyendo bienes y apresando cautivos, constituyendo posiblemente, uno de los orígenes del bandolerismo, que tantas versiones ha tenido en nuestro turbulento "ruedo ibérico."

  • EL ESPÍRITU DE CRUZADA EN LA CONQUISTA DE LOJA.

    ENTRADA Y DESCALABRO DE LOS MURCIANOS EN LA TIERRA DE VERA. INDEMNIZACIONES.

    En la conquista de Loja, hay varios factores que llaman la atención, como el ya comentado del uso sistemático de la artillería por parte de los castellanos. En este hecho, cabe destacar otro factor muy singular, como es la manifestación de un auténtico "espíritu de Cruzada", alentado también desde Roma, pues una de las fuentes de financiación de la guerra, lo eran las bulas papales. En la toma de la ciudad del poniente granadino, estuvieron presentes afamados extranjeros, como Gastón de Lyon, al frente de un grupo de caballeros franceses, destacando sobre todo, el inglés Conde de Rivers, al frente de unos 300 arqueros equipados con sus famosos arcos largos, el cual resultó herido en esta acción conquistadora, recibiendo muchos honores por parte de los Reyes Católicos. En cuanto al prisionero Boabdil, tuvo que negociar de nuevo su libertad, comprometiéndose a abdicar como rey de Granada obteniendo a cambio el ducado de Guadix (si esta ciudad se conquistaba en seis meses), de cuyo señorío formarían parte las comarcas de Los Vélez, el Almanzora y Vera, estando obligado el sultán nazarí a hacer la guerra a su tío El Zagal. Como vemos a lo largo de las crónicas, a estas alturas Boabdil es un simple peón que juega según al antojo de los Reyes Católicos, y sabemos, que el gran estratega don Fernando, tiene asegurada la entrega de la "tierra de Vera", por dos vías: el pacto secreto de Alcalá de Henares de diciembre de 1485 con el Alcaide de Almería y Vera Cidi Yahya Al Nayar, y los pactos con Boabdil en Lucena en 1483 y en Loja en 1486. Además de estas intrigas, continuaban las acciones militares y entran en la órbita castellana, Illora, Moclín, Montefrío y Salar.

1487

  • GRAN OFENSIVA CASTELLANA EN EL SECTOR OCCIDENTAL.

    TOMA DE VÉLEZ-MÁLAGA.

    La guerra entra en su etapa más decisiva, con la preparación de la campaña de 1487, que tiene como objetivo final la conquista de Málaga, principal puerto comercial, junto con Almería, del emirato nazarí, y punto de comunicación, y por tanto esperanza de ayuda, con el norte de África, de los musulmanes de la actual Marruecos. D. Fernando, prepara un potente ejército, muy bien adiestrado, con abundante infantería y caballería, adelántandose al cuerpo de artillería, que tenía que partir de Écija bajo el mando de Francisco Ramírez de Madrid, encaminándose a la conquista de Vélez-Málaga, a mediados del mes de abril. Se asienta el real, entre Vélez y Bentomiz, siendo atacado por los defensores, que a punto estuvieron, tras superar dos capitanías, de apresar a don Fernando, que personalmente y rodeado de algunos caballeros, tuvo que defender su vida espada en mano, siendo reconocido su arrojo y valor en tal acción. El Zagal, "rey" en la Alhambra, propone a Boabdil, su renuncia al reinado si se unen para socorrer a Vélez-Malaga, lo que no acepta el rey Chico, vinculado como estaba, por los pactos de Lucena y Loja, al vasallaje de los Reyes Católicos, a los cuáles no podía hacer la guerra. Ante ello, EL Zagal reúne un pequeño ejército de socorro en apoyo de Vélez-Málaga, abandonando Granada, ciudad a la cual ya no volvería.

  • RENDICIÓN DE VÉLEZ-MALAGA.

    BOABDIL EN LA ALHAMBRA. MÁLAGA ASEDIADA.

    El Zagal acude al socorro de Vélez-Málaga, entablando combate con los castellanos que tienen cercada a Vélez-Málaga, también por mar con cuatro galeras y varias naos y carabelas; el socorro de los granadinos es rechazado, vengando los cristianos el gran descalabro sufrido en la Axarquía cuatro años atrás. Sin embargo, El Zagal, derrotado, no toma la dirección de Málaga, sino que, por Almuñécar se dirige hacia Almería, donde cuenta con el apoyo de los caudillos y moros principales, extendiéndose su influencia a Guadix y Baza. El 27 de abril, sin esperanza de ayuda granadina y ante la llegada de la artillería castellana frente a sus murallas, los sitiados de Vélez-Málaga optan por la capitulación, retrasando don Fernando su entrada en la ciudad hasta el 3 de mayo, día de Exaltación de la Cruz. Con la caida de Vélez-Málaga, toda la Axarquía malagueña opta por la entrega a los Reyes Católicos, quedando Málaga totalmente aislada por mar y por tierra, dando comienzo, con su asedio, a las luchas más enconadas y duras de toda la Guerra de Granada, solo equiparable en algunos aspectos, al asedio de Baza de 1489. En mayo de 1487, Boabdil se entroniza en la Alhambra, renovando sus pactos secretos con los Reyes Católicos, confirmando lo acordado en Loja y antes en Lucena: entregaría Granada, una vez derrotado El Zagal, obteniendo el llamado "Señorío de Guadix", que abarcaría Guadix, El Zenete, Baza, los lugares del Almanzora, Val de Purchena, los dos Vélez, Mojácar, Vera, taha de Ugijar y Marchena. En definitiva, desaparecía el Emirato granadino, que pasaba a formar parte de Castilla y a cambio, el rey Chico obtendría un vasto territorio "bajo soberanía castellana" con la fórmula del Señorio, cuya amplia jurisdicción sería equiparable a la de cualquier integrante de la alta nobleza castellana.

  • BATALLA Y TOMA DE MÁLAGA.

    LA GUERRA DE GRANADA

    Tras la caida de Vélez y la Axarquía, don Fernando dirige sus ojos hacía Málaga, el gran objetivo de de la campaña de 1487, la cual es cercada en torno al 8 de mayo, por tierra y por mar y sin esperanza ninguna de socorro, ni del norte de África, por la interposición de la incipiente Marina castellana, ni de El Zagal que había encaminado sus pasos hacia Almería tras su derrota en Vélez-Málaga. A pesar de la realidad de su aislamiento, la batalla de Málaga se convertiría en la más encarnizada de la guerra, y su asedio, en cuanto a su duración y crueldad tan solo fue superado por el de Baza, dos años después. Los cristianos, habían reunido un importante contingente, integrado por al menos 12.000 jinetes, unos 25.000 infantes y 8.000 tropas auxiliares de apoyo. La población de Málaga, superaba los 15.000 habitantes, y estaba defendida por unos 2.500 "gomeles", temibles y fanáticos guerreros norteafricanos y otros 8.000 armados, y al frente de todos, el mejor y más implacable guerrero del reino nazarí: Hamet El Zegrí, que había defendido como Alcaide la ciudad de Ronda en 1485, y dispuesto a luchar hasta la muerte antes que rendirse a los castellanos, con lo cual, todos los intentos de los moros principales de la ciudad, de negociar su capitulación cayeron en saco roto, e incluso El Zegrí, ordenó la ejecución de una comisión de notables que le visitó para alcanzar ese objetivo.

  • EL CERCO DE MÁLAGA.

    ATENTADO CONTRA LA REINA ISABEL.

    Como comentábamos en anterior crónica, el asedio y toma de Málaga, protagonizaron los más despiadados y crueles hechos de la Guerra de Granada. Esa circunstancia obedeció a la personalidad de su responsable militar Hamed El Zegrí, que disponía a su servicio de los temidos "Gomeres", guerreros negros africanos de un fanatismo incontrastable. También había, renegados judíos y cristianos, homicidas y los monfíesde la Serranía de Ronda, que temían la llegada del Rey Católico, prefiriendo la lucha sin cuartel a la rendición. Sin embargo, el gran mercader de Málaga "El Dordux", que dirigía la ciudad y Aben Comixa, responsable de la Alcazaba si que eran partidarios de la capitulación, no logrando imponer sus criterios y objetivos a El Zegrí, al cual acompañaba un enimágtico personaje: el Santo Moro de Guadix, que le insuflaba vanas esperanzas en la victoria. El asedio duró tres meses y medio (entre priimeros de mayo y mediados de agosto de 1487), con constantes salidas de los sitiados y ataques y contraataques de los sitiadores castellanos, que emplearon a fondo todo su pontencial de artillería. La Reina Isabel, desde Córdoba, era la responsable de facilitar los bastimentos necesarios al formidable ejército de asedio, y se cuenta como un espectáculo inenarrable, las interminables filas de acémilas (se habla de miles de mulas), encargadas de llevar los suministros a los distintos campamentos castellanos. En el momento de más bajo ánimo de los atacantes, Isabel se presentó en el Real, donde, en una salida de los sitiados, una de sus doncellas, al ser confundida con la Reina, sufrió un atentado mortal. El nazarita autor del ataque, fue atado a la boca de una bombarda y lanzado contra las murallas de Málaga, en castigo a su criminal osadía.

  • LA RENDICIÓN DE MÁLAGA.

    LA GUERRA DE GRANADA

    La cerrazón de El Zegrí, acompañado del fanatismo religioso del "Santo Moro" de Guadix, que moriría de una pedrada, llevó a la población malagueña a una situación extrema (hambruna, acumulación de cadáveres...) durante aquel verano de 1487, constatemente aterrorizada con el sonido intermitente de los ribadoquines y las impresionantes "siete jimenas", bombardas de 155 mm fabricadas en Alemania y que constituían el orgullo de la artillería castellana. Los partidarios de El Zegrí que en su ánimo de resistencia a ultranza, rayando la locura, había propuesto eliminar a los no combatientes (niños, mujeres y viejos), bajo el mando de otro fanático mulsulmán conocido como "El Zenete", realizan un desesperado ataque frontal contra los castellanos, fracasando en sus resultados, con la consecuencia, de la retirada de El Zegrí y sus fieles Gomeres, al castillo de Gibralfaro, perdiendo el control de la ciudad, que pasa a Alí Dordux y de la Alcazaba, que controla Aben Comixa, los cuáles recobran sus propuestas de capitulación con los Reyes Católicos. Málaga se rinde entre el 14 y el 18 de agosto, entregándose también el castillo de Gibralfaro, siendo apresado El Zegrí por su propia gente y entregado a los cristianos; el día 20 de agosto, Isabel y Fernando hacen su entrada triunfal en Málaga, habiendo proclamado a la VIrgen de la Victoria, patrona de la ciudad. El destino de los musulmanes malagueños, habiendo negado tres veces la capitulación con el rey Católico, fue terrible: un tercio para el canje con prisioneros cristianos en África; otro tercio como esclavos de los nobles y capitanes cristianos que participaron en la campaña y el otro tercio como cautivos (al haber puesto don Fernando una condición imposible de cumplir: rescate de 30 doblas en ocho meses por todos y cada uno de los apresados) de los propios Reyes Católicos.

    La conquista de Málaga del verano de 1487, cuenta ya con los caracteres de una guerra moderna (utilización combinada de la cabañería, infanteria y artillería, minado de muralllas, etc) y sin duda, la experiencia adquirida por el ejército castellano, había de constituir el primer gran antecedente de los afamados Tercios Españoles, tan temibles y temidos en toda Europa en el siguiente siglo XVI.

1488

  • LA CONQUISTA DEL SECTOR ORIENTAL.

    OBJETIVO: VERA.

    La Guerra de Granada, como se ha dejado entrever en crónicas anteriores, se encuentra a caballo entre la clásica guerra medieval (tácticas de talas y asedio) y la guerra más moderna, propia de los nuevos tiempos que traía el Renacimiento, cuyo máximo ejemplo es la creación de un verdadero cuerpo de artillería por parte del ejército castellano. Pero todavía quedaban muchas características de la "hueste medieval", donde la mayor parte de los soldados integrantes de las mesnadas, tanto de los cuerpos de caballería como de infantería, tenían la doble condición de militar-campesino, y por eso, se preparaban campañas de corta duración coincidiendo con los meses de verano, y a un año de intensa actividad bélica, sucedía otro año, con unos objetivos bastantes más limitados. Las conquistas llevadas a cabo en la campaña de 1487, incorporando a Castilla la Axarquía malagueña y sobre todo el duro asedio a la propia capital, Málaga, que culminó con su conquista, había exigido un enorme esfuerzo humano, material y financiero, por parte de los Reyes Católicos, siendo preciso además, reorganizar la enorme extensión de territorio ganada. Por dichos motivos, la campaña del verano de 1488, sería bastante más "modesta" en cuanto a su alcance, teniendo como gran objetivo la ocupación de la llamada "Tierra de Vera", y el "tanteo" de las posibilidades de conquista de Almería y Baza.

  • CIDI YAHYA ALNAYAR DECIDE CUMPLIR LOS PACTOS SECRETOS CON LOS REYES CATÓLICOS.

    DESCUBRIMIENTO DE LA CONSPIRACIÓN POR EL ZAGAL.

    Como se indicó en anteriores crónicas, en diciembre de 1485, el "Tercer Rey de Granada", había pactado secretamente la entrega del Sector Oriental Nazarí a los Reyes Católicos, a cambio de mercedes territoriales y económicas; paradójicamente, también Boabdil tenía acordada la entrega de la "Ajarquía", de forma pacífica, para cuando entregase la capital del Emirato, obteniendo a cambio el "Ducado de Guadix", que comprendía todos los territorios del Levante almeriense, el Almanzora, Los Vélez, Baza y Guadix, casi la mitad de las actuales provincias de Granada y Almería, lo que de hecho lo convertíría en uno de los principales grandes señores de Castilla. A don Fernando, porque "perdía menos", a principios de 1488, le resultaba notoriamente más ventajoso cumplir los pactos con Alnayar, el cual, en estos primeros meses del año, da inicio a unas muy intensas negociaciones secretas, con los Alcaides, adalides, alfaquíes y moros notables de las poblaciones del Este granadino, en pro y a favor del entendimiento con Fernando e Isabel, destacando en esta importante acción de propaganda, los hermandos Abduladanes de los Vélez, que tras la ocupación castellana se verían muy favorecidos. A primeros de junio, el ejército castellano, ya se encuentra concentrado en Lorca, para iniciar la campaña, de "baja intensidad" del verano de 1488, que se preveía bastante fácil; sin embargo El Zagal, cuñado y primo de Cidi Yahya, ha descubierto su conspiración, sospechando que el objetivo último de la misma, es la entrega, además de Vera, de la ciudad de Almería. A primeros de junio, El Zagal se encuentra en Cantoria, al frente de mil lanzas y 10.000 peones, para atender la defensa de Vera, deseo que no pudo ejecutar: el 2 de junio, D. Rodrigo Ponce de Léon, marqués de Cádiz, al frente de un poderoso ejército, se encontraba en las inmediaciones de Vera, optando El Zagal por retirarse y preparar la defensa de Almería.

  • INICIO DE LA CAMPAÑA DE VERA.

    EL EJÉRCITO CASTELLANO SE CONCENTRA EN LORCA.COMPROMISO DEL MARQUÉS DE CÁDIZ CON LA REINA ISABEL.

    Desbaratado el intento de socorro de El Zagal a Vera, el marqués de Cádiz, don Rodrigo Ponce de León, vuelve a Lorca, donde le espera una misiva de la reina Isabel, que permanecería en Murcia, para atender los suministros del ejército, realizando al noble andaluz un peculiar encargo con cuyo cumplimiento recibiría "señalado placer y servicio", que consistía en que le escribiese cada día los sucesos ocurridos; el marqués, puro ejemplo de la cortesía renacentista, no dudó un instante en cumplir los deseos de su reina, quedando los hechos de aquellos días plasmados en siete cartas, de un valor histórico inagotable.El día 5 de junio, los Reyes Católicos celebran el Corpus en la capital murciana, mientras el gruso del ejército de campaña, ya se encontraba concentrado en Lorca, comandados, entre otros, por los Adelantados de Castilla, Murcia y Andalucía; los maestres de Santiago, Alcántara y Montesa, y el clavero de Calatrava; duque de Nájera, don Fadrique de Toledo, hijo del duque de Alba; duque de Gandía, duque de Alburquerque; marqués de Villena, marqués de Moya; conde de Buendía, conde de Feria, conde de Benavente, conde Ureña, conde de Cabra, conde de Cocentaina, conde de Castro, conde de Medellín, conde de Cifuentes, conde de Oropesa, conde de Oliva, conde de Trigento, conde de Monteagudo, conde de Trigento, conde de San Esteban del Puerto. También vemos en las mesnadas castellanas, al señor de Palma, don Luis de Portocarrero, Juan de Benavides, alcaide de Lorca y capitan de la frontera, el Arzobispo de Sevilla, GarciLaso de la Vega, mayordomo del duque de Alba, y D. BELTRÁN DE LA CUEVA, conde de Ledesma, al que se atribuye la paternidad de "Juana la Beltraneja", que como hija de Enrique IV, luchó por sus derechos dinásticos, dando lugar a la guerra entre Castilla y Portugal, ganada finalmente por Isabel y Fernando. Este contingente guerrero, estacionado en la ciudad lorquina, estaba integrado por unos 4.000 mil caballeros o jinetes y en torno a 14.000 peones, y totalmente preparado para actuar sobre Vera, en esa indicada fecha del 5 de junio de 1488.

  • TOMA DE VERA, AVANZADA DEL MÁRQUÉS DE CÁDIZ. ABANDONO DE LA CIUDAD POR LOS PARTIDARIOS DE EL ZAGAL.

    GUERRA DE GRANADA

    El domingo 8 de junio, D. Rodrigo Ponce de León, Marqués de Cádiz, al frente de una avanzada del ejército castellano integrada por 2.000 lanzas y 4.000 peones, y cumpliendo las instrucciones de don Fernando, que había llegado a Lorca a mediodía del sábado 7 de junio, jurando los Fueros de la ciudad, se pone en marcha por el camino de Vera, llegando a Fuente la Higuera, ese mismo día al atardecer; parte de nuevo a medianoche, encontrándose a las puertas de la ciudad veratense nazarí, al amanecer del lunes 9 de junio, instalando su campameto. El marqués, inmediatamente manda llamar al alcaide y a los moros principales del enclave, bajo "seguro", esto es, con paso franco de respetar la integridad personal de los que acudiesen. Solamente se persona el alcaide la fortaleza, empleando don Rodrigo todas sus acreditadas dotes de negociación todo el día de ese lunes 9 de junio, tal y como escribe a doña Isabel: "En la ciudad hay muy POCA GENTE. Dícese que mucha de ella es ida al rey viejo (El Zagal) y la que aquí está muestra tanto temor que hoy hasta puesto el sol nos ha entretenido de no escribir a vuestra Alteza ni al Rey, nuestro señor, porque unos querían luego entregar la fortaleza y otros lo contradicen, y todavía están en su confusión en tal manera que no será maravilla que mañana, antes que su Alteza (don Fernando) venga, nos entreguen la fortaleza". Como puede apreciarse, la intensa labor de "propaganda" de Yahya Alnayar y sus partidarios a favor de las capitulaciones con los Reyes Católicos, había ganado claramente la partida a los partidarios de la lucha, seguidores de El Zagal que se marcharon a las tierras de Baza. En esta opción también pesó decisivamente, los trágicos efectos que en los nazaríes produjo el asedio y rendición de Málaga en 1487, donde todos los supervivientes fueron hechos cautivos. Vera, y toda la "Ajarquía" almeriense, se entregaría aquel mes de junio de 1488 sin pegar un solo tiro de ballesta o de espingarda.

  • ATARCEDER DEL DÍA 10 DE JUNIO: EL PENDÓN CARMESÍ CASTELLANO ONDEA EN LA ALCAZABA VERATENSE.

    PUNTO Y FINAL A LA VERA ISLÁMICA.

    Con el grueso del ejército de campaña (unas dos mil lanzas y más de diez mil peones), don Fernando llega al "Real" a la hora de comer (mediodía) del MARTES 10 DE JUNIO DE 1488, donde ya las dotes negociadoras del marqués de Cádiz habían dado sus frutos, y así éste cuenta a la Reina en su tercera carta como fue la rendición de Vera: "Y llevamos al alcaide (se entiende que el de la fortaleza, no Yahya Alnayar, que presumiblemente estaría en Almería), a besar las manos a su Alteza y después, a hora de VÍSPERAS (al atardecer), salieron todos los moros principales de la ciudad, a los cuales su Alteza mandó que entregasen la fortaleza y se hizo así. Y cierta gente nuestra está apoderada en ella". Precisión histórica total de un testigo directo: Vera se rinde al caer la tarde del dia 10 de junio de 1488, en cuyo momento, el "pendón carmesí" castellano se iza sobre la más alta torre de la orgullosa alcazaba, hasta entonces inexpugnable para los cristianos, que coronaba el cerro del Espíritu Santo. Bajo el ondear al viento de los estandartes cristianos, quedan enterrados para siempre, cerca de ochos siglos de presencia islámica en esta tierra levantina, y en torno a 250 años de luchas y treguas fronterizas, frente a los castellanos murcianos, cuyas peculiares relaciones y formas de vida, marcarían y dejarían una indeleble huella en el carácter de sus gentes. Este mismo día, 10 de junio, por mandato de don Fernando, el alcaide lorquino y capitán de la frontera, Juan de Benavides, recibe de su alcaide, la fortaleza de Las Cuevas, tal y como se había concertado en las negociaciones previas con el marqués de Cádiz: los moros de Las Cuevas se rendirían en el mismo momento que Vera se entregase, como efectivamente así ocurrió.

  • JUNIO DE 1488. EL EFECTO "DOMINÓ" DE LA CAPITULACIÓN DE VERA.

    RENDICIÓN EN EL REAL, DE TODO EL SECTOR ORIENTAL NAZARÍ.

    La capitulación de Vera y Las Cuevas, el día 10 de junio, sirve como "ejemplo" a seguir por el resto de enclaves del Sector Oriental de la frontera nazarí. De esta manera, Mojácar "cierra" las condiciones de su capitulación el miércoles día 11 en el Real de Vera y es ocupada por los castellanos el jueves día 12 junio, finiquitándose de esta forma los dos escollos principales de este sector de la frontera. En este mismo día, don Fernando, desde el Real, envía a requerir la rendición de más de 40 poblaciones del río Almanzora, Los Filabres, Los Vélez y Nijar. Todos los alcaides y moros notables de estos lugares, se van presentando en el Real, a prestar obediencia al rey Católico, y a entregar las llaves de las fortalezas. Destacan los hermanos Abduladanes de Vélez-Blanco y Vélez-Rubio que llegan al Real el día 17, ocupándose estas dos poblaciones el 18 de junio, y que son convencidos defensores del pacto con los Reyes de Castilla y Aragón, cosa que reconoce el propio Marqués de Cádiz, en su quinta carta a la a la reina Isabel a la sazón en Murcia: "asi miismo dicen (los Abduladanes) que por servir a vuestras Altezas, trabajarán y tendrán manera como den la obediencia y se entreguen las villas y fortalezas de Huéscar y Orce y Galera y Benamaurel, que son en la hoya de Baza".

  • RELACIÓN DE POBLACIONES OCUPADAS EN JUNIO Y JULIO DE 1488 POR LOS CASTELLANOS.

    LA GUERRA DE GRANADA.

    En anteriores crónicas se indicaba, que el Rey Católico, D. Fernando, permaneció en el campamento Real de Vera entre el 10 y 23 de junio, recibiendo la rendición de las poblaciones del sector Oriental del Emirato nazarí; estas poblaciones, en un número de 50, según una carta que el Rey dirige al Papa, según Tapia Garrido, fueron las siguientes: Vera, Las Cuevas, Huércal, Overa, Mojácar, Cabrera, Teresa, Bédar, Serena, Bedarin y Lubrín en la llamada Tierra de Vera; Vélez-Blanco y Vélez-Blanco en Los Vélez; Oria, Albox, Partaloa, Cantoria, Fines, Albánchez, Arboleas y Zurgena en el río Almanzora; Tahal, Lijar, Chercos, Cóbdar, Benitorafe, Benizalón, Alcudia, Axameico, Alhabia, Benalguacil Alto y Bajo, Banlibe, Baurliba, Bauchimit, Alardia, Jemecit y Penmeya en la Sierra de Filabres; Uleila del Campo y Sorbas (parte oriental de Filabres), Níjar, Lucainena, Huebro, Turrillas, Tárbal e Inox en la llamada taha de Níjar. También del nordeste de la actual provincia de Granada, cayeron en esta campaña, Cúllar, Benamaurel, Castilléjar, Orce, Galera y Huéscar.De esta relación, no han podido localizarse algunas poblaciones situadas en la sierra de Filabres, y otras como, Teresa en sierra Cabrera, quedaron despobladas tras la salida, años después, de sus moradores moriscos.

  • FIN DE LA CAMPAÑA DEL VERANO DE 1488. TANTEO DE LAS DEFENSAS DE ALMERÍA Y BAZA.

    MUERTE DEL MAESTRE DE MONTESA ANTE LAS MURALLAS DE BAZA.

    El 23 de junio, don Fernando deja el Real de Vera, camino de Almería; el día anterior, había partido la vanguardia del ejército castellano, bajo el mando del marqués de Cádiz, duque de Alburquerque y el adelantado de Murcia don Juan Chacón. Con el rey Católico, va la artillería ligera y portátil prevista para esta campaña, integrada por 50 ribadoquines, con escasa potencia de fuego, lo que demuestra los limitados objetivos de la campaña de ese verano, que consistía en ocupar las poblaciones de la "ajarquía" (Almanzora, Los Vélez y actual Levante almeriense), y conocer cómo eran las defensas de Almería y de Baza. El 26 de junio, los castellanos tantearon por diversos puntos las defensas de Almería, que fue perfectamente defendida con los refuerzos que a principios de mes había introducido El Zagal, advertido y adivinando el posible pacto secreto que su cuñado Cidi Yahya Alnayar, Visorrey de Almería, tenía acordado con los Reyes Católicos para la entrega de Almería. Ante la evidencia, don Fernando levanta el intento de asedio de la ciudad portuaria nazarí, regresando de nuevo al Real de Vera, donde permanece entre 30 de junio y el 7 de julio de 1488. Tras la toma de Cúllar y Benamaurel, don Fernando se encuentra el día 10 de julio ante las murallas de Baza, trabándose una fuerte escaramuza, en la que muere el MAESTRE DE MONTESA, don Felipe de Aragón, de una pedrada en la boca, a consecuencia de un tiro de espingarda.Tanteadas las defensas de Baza, don Fernando se retira hacia Murcia, llegando a la ciudad del Segura el 20 de julio.La campaña del verano de 1488, había llegado a su fin.

1489

  • BAZA: EL ASEDIO MÁS DURO DE LA GUERRA.

    RESISTENCIA DE CIDI YAHYA ALNAYAR. ENTREGA DE ALMERÍA.

    El principal escollo hacia la capital del Emirato, se encontraba en la bien fortificada ciudad de Baza, que además era la clave del dispositivo defensivo sostenido por El Zagal, constituyendo la conquista de la población bastetana el principal objetivo de la campaña de 1489. Sorprendentemente, al frente de la defensa de Baza, se encontraba Cidi Yahya,primo y cuñado de El Zagal, Visorrey de Almería y Alcaide de Almería y Vera, que había entregado a los Reyes Católicos, la mayoría de las poblaciones del río Almanzora, Los Vélez y de la Tierra de Vera en el verano de 1488. La única explicación para este cambio de postura, es la mutua desconfianza generada por la resistencia de Almería en junio de 1488, incumpliéndose lo pactado secretamente en 1485 en Alcalá de Henares. Yahya Alnayar, reforzó la defensa de Baza con 10.000 moros procedentes de las Alpujarras, Tabernas y Purchena, siendo capaz de aguantar el durísimo asedio castellano durante seis meses (de mayo a junio de 1489), en una especie de guerra sin cuartel, plagada de emboscadas, choques, talas, etc, constituyendo la gran esperanza de los nazaríes, la llegada del "general invierno" tan cruel en la Hoya de Baza. Sin embargo, cuando la moral catellana se encontraba bajo mínimos, al igual que ocurrió en Málaga, don Fernando requirió la presencia en el campo de batalla de Isabel de Castilla, para cuya entrada en el Real, Cidi Yahya concertó una tregua, para que todos los habitantes de Baza, pudiesen contemplar desde las murallas, toda la pompa, boato y galanura, que rodeaban a la reina castellana.A principios de diciembre, el hambre y la escasez de víveres y combustible, rinden a Cidi Yahya y Basa se incorpora la órbita castellana. Las plazas próximas, principalmente Purchena, deciden también entregarse y El Zagal, finalmente convencido de la inutilidad de su resistencia, entrega Guadix y Almería, donde entran los Reyes Católicos, el 23 de diciembre de 1489. Los obstáculos hacia Granada, habían sido superados.

1490

  • NEGATIVA DE BOABDIL A CUMPLIR LOS PACTOS SUSCRITOS CON LOS REYES CATÓLICOS PARA LA ENTREGA DE GRANADA.

    APOYO A CASTILLA DE CIDI YAHYA, CONVERTIDO EN DON PEDRO GRANADA VENEGAS.

    Con la rendición de Baza, Almería y Guadix, territorios controlados por el Zagal y su cuñado Cidi Yahya Alnayar, la contienda granadina podía darse por concluida, pues como se ha explicado a lo largo de estas crónicas, para su liberación, tras haber caído prisionero en Lucena (1483) y en Loja (1486), Boabdil había pactado secretamente con los Reyes Católicos la entrega de la capital del Emirato, a cambio de lo que se llamaría el "ducado de Guadix", que comprendía un amplio espectro territorial de las actuales provincias de Granada y Almería. Ante el requerimiento de los Reyes Católicos, para que se cumpliese lo pactado por aquel al que consideraban "su vasallo", lo único que obtienen es la negativa del Sultán nazarí, que no tiene otra alternativa que acometer al muy superior ejército castellano, el cual, dadas las imponentes defensas de Granada, simbolizadas en la inexpugnabilidad de la Alhambra, vuelve a la táctica de la llamada "guerra de asedio", con frecuentes escaramuzas y pequeños choques armados, y con las talas sistemáticas de cosechas y de las zonas boscosas que rodean la capital nazarita, con el fin de que Granada sea rendida por hambre y frío, al no poder contar con víveres ni con leña.

    El llamado "Tercer Rey de Granada", Cidi Yahya Alnayar, tras su conversión al cristianismo en el Real de Almería el 25 diciembre de 1489, adoptando el nombre de dn Pedro Granada Venegas, lo cual se mantendría en secreto para impedir deserciones, apoyará con sus hombres, excelentes y reconocidas tropas de choque y muy experimentadas, la causa de los Reyes Católicos para arrebatar Granada a Boabdil. El último reducto de la España islámica, sentía muy cerca su final.

1491

  • RENDICIÓN DE GRANADA.

    DESAPARICIÓN DEL ÚLTIMO ESTADO ISLÁMICO DE LA PENINSULA IBÉRICA.

    A mediados de abril de 1491, el ejército castellano estableció su campamento en plena vega de Granada, a poco más de una legua de las murallas que defendían el último reducto islámico de la península Ibérica y del Occidente cristiano. El cerco se estrechó considerablemente, con el principal objetivo de impedir el abastecimiento a la capital nazarí, que se encontraba superpoblada por la sucesiva llegada de musulmanes procedentes de los territorios que se iban conquistando por los Reyes Católicos. En los meses sucesivos, los choques armados a campo abierto no fueron de gran importancia, pero sí fueron frecuentes los duelos y torneos a muerte entre capitanes y personas principales de ambos bandos, hasta que fueron prohibidos por don Fernando de Aragón, dada su inutilidad y alto coste en vidas de importantes caballeros. El 14 de julio, el campamento cristiano es destruido por un incendio y los Reyes Católicos ordenan erigir en su lugar una ciudad, que tendría gran importancia histórica: Santa Fe, quedando muy claro para los sitiados, que los cristianos estaban en la vega granadina para quedarse para siempre. Ante la evidencia, Boabdil inicia las negociaciones para la entrega de la ciudad de la Alhambra, que se cierran a finales del mes de noviembre, acordándose que la entrada en Granada de los cristianos tendría lugar 65 días después, a primeros de febrero de 1492. Sin embargo, ese plazo se acorta ante las penalidades de la población y el temor a motines y revueltas. El día 2 de enero de 1492, el cardenal Mendoza entra en la Alhambra por la puerta de Siete Suelos, la misma por la que sale Boabdil para encontrarse con don Fernando junto al río Genil, siendo tratado como un igual, junto a su familia, y con gran cortesía por los Reyes Católicos, que lo hospedaron en el campamento cristiano.Al mismo tiempo, la Cruz y los pendones de Castilla, aparecieron sobre la torre de la Vela. La Granada islámica dejaba de existir, pasando el Emirato granadino a convertirse en un romántico recuerdo histórico.

1492

  • NEGATIVA DE BOABDIL A CUMPLIR LOS PACTOS SUSCRITOS CON LOS REYES CATÓLICOS PARA LA ENTREGA DE GRANADA.

    TRÁGICO DESTINO DE UNA MINORÍA ESPAÑOLA. FIN DE LAS CRÓNICAS.

    Con la Toma de Granada, el 2 de enero de 1492, desaparece el último Estado Musulmán de la Península Ibérica, pero de ningún modo el Islamismo, cuya práctica quedaba totalmente garantizada con las Capitulaciones (todo un compendio de buenas intenciones, que la realidad demostró que no sería posible cumplir), que en el fondo, el único "cambio" real que implicaban era el cambio de "Señor" a quien abonar los tributos. Sin embargo, la imposibilidad de una "coexistencia pacífica" entre dos mundos irreconciliables, se hizo patente en los primeros años de la ocupación castellana, y la atmósfera axfisiante que sobre la minoría musulmana imponía la presión de los vencedores de la guerra, llevó a la sublevación del Albaicín, en el año 1500. La represión de la rebelión tuvo una grave consecuencia para los granadinos derrotados, al declararse obligatoria la conversión al cristianismo: la población autóctona musulmana, dejaba de ser "Mudéjar" (creyente en tierras de infieles), para convertirse en "Morisca", es decir, en "cristianos nuevos" por imposición. Desde el año 1500 hasta 1566, "los doblones moriscos" consiguieron de la Monarquía Católica, aplazar todas las medidas de asimilación cultural (en cuanto a vestimenta, lengua, costumbres, práctica secreta del Islam...), con lo cual, una "inmensa" minoría, probablemente superior a las 300.000 personas, que residían básicamente en Aragón, Valencia, Murcia y Andalucía, con la principal misión de cultivar los campos, constituía verdaderamente "una minoría musulmana" de nacionalidad "española", conocidos por sus hermanos de religión del Norte de África, como "Andalusíes". Pero, la amenaza turca y los Consejeros del gran Felipe II, acabó con ese estado de "tolerancia" para con la minoría morisca, prohibiendo cualquier rastro o recuerdo de su cultura, dando lugar a las "navidades de sangre" de 1568, con la famosa rebelión liderada por el enigmático "Aben-Humeya", que incendió todas las serranías de Andalucía Oriental, desde Ronda hasta Los Filabres, y que en Vera tuvo un especial protagonismo, con la "gloriosa" jornada del 25 de septiembre de 1569, durante la cual, unos 1.200 veratenses aguantaron durante unas 10 horas, el asedio de más de 12.000 moriscos, hasta la llegada del auxilio lorquino. Esta "guerra civil" andaluza, dura hasta 1.571, y de la dureza de la contienda da idea, el hecho de la intervención de los Tercios ubicados en Italia bajo el mando de D. Juan de Austria, hermanastro de Felipe II. La "tragedia" de los moriscos granadinos, no termina con su derrota, siendo desterrados del antiguo reino de Granada, hacia otras zonas de Castilla. No acabaron aquí las penalidades de los moriscos españoles, ya que la constante amenaza turca, induce a Felipe III, a sancionar la expulsión definitiva de todas las zonas geográficas de España, principalmente hacia Berbería.El trágico destino de una "minoría española", la andalusí del siglo XVI, se había cumplido, y unas 300.000 personas fueron forzadas a abandonar "su tierra", aquella que tanto amaban, 118 años después de su derrota militar a los pies de la Alhambra.

    FIN DE LAS CRÓNICAS, CON MOTIVO DE LAS CAPITULACIONES DE VERA

VERA EN GUERRA

25 DE SEPTIEMBRE DE 1569

1569

  • I INTRODUCCIÓN. LAS CAUSAS DE UNA CONTIENDA CIVIL.

    Las Capitulaciones firmadas por los Reyes Católicos con los musulmanes granadinos no pudieron o no quisieron cumplirse. Eran muchas las diferencias, la principal la religiosa, que impedían que esa idea y política de "coexistencia pacífica", entre dos culturas tan antagónicas diese sus frutos. El conquistador castellano, con la supremacía militar demostrada, no terminaba de comprender el por qué, dicha superioridad no se traducía en todos los órdenes de la vida. Con la llegada del Cardenal Cisneros a Granada, hay un cambio radical en la política de asimilación cultural, intentando que los islámicos se conviertierna al cristianismo, lo que provoca la sublevación del Albaicín (1499-1500), que tras ser sofocada, dar lugar a toda a una nueva legislación a partir de 1501, que entierran definitivamente las Capitulaciones de 1492. El musulmán tiene dos opciones: marcharse o volverse cristiano, iniciándose los bautismos masivos, y cambiando el status de los andalusíes, que pasan de mudéjares a moriscos, que significa "cristiano nuevo de moros". El cumplimiento de las pragmáticas castellanas de prohibición de todo lo árabe: traje, lengua, fiestas, religión, etc, se va aplazando sucesivamente y con la estancia de Carlos V en Granada en 1526, los 80.000 ducados de la comunidad morisca que financian las guerras europeas del Emperador, consiguen una moratoria de 40 años, que llega hasta 1566. En estas fechas, ya estamos bajo la égida de la "Monarquía Católica", a cuyo frente aparece Felipe II, el Soberano más poderoso de la Tierra, que quiere imponer a toda costa la unidad religiosa y cultural, teniendo enfrente al otro lado del Mediterráneo al Gran Turco. La suerte de los moriscos, los últimos musulmanes españoles, estaba echada. La guerra sería su última baza si querían sobrevivir con su religión, en la península Ibérica.

  • II LAS NAVIDADES DE "SANGRE" DE 1568.

    LA ALPUJARRA SE SUBLEVA. SE EXTIENDE LA REBELÍON.

    El plazo otorgado a fines de 1526 por Felipe II a la comunidad morisca para su asimilación total a la vida castellana, terminaba en diciembre de 1568. Todos los intentos para una nueva moratoria (famoso Memorial de Núñez Muley sobre la imposibilidad de adaptación en tal plazo), acabaron fracasando y los moriscos, muy particularmente en Las Alpujarras, se habían preparado para la guerra, ocultando armas, provisiones y bastimentos en numerosas cuevas y lugares apartados de las sierras. El 24 y 25 de diciembre la Alpujarra se subleva y se le une el Valle de Lecrín; Abén Farax entra en Granada al frente de varias cuadrillas de "monfíes" (guerrilleros-bandidos) alpujarreños para levantar el Albaicín, cosa que no llega a suceder, mostrándose medrosos los musulmanes de la capital, ante la acción decidida y más valiente de los moriscos serranos. El "caballero veinticuatro" del concejo de Granada, D. Hernando de Córdoba y Válor, perseguido por la Justicia (por llevar daga en el Consistorio), es proclamado Rey en Béznar el 24 de diciembre de 1568 por sus familiares Valoríes, bajo el nombre de Aben Humeya, pues se jactaba de ser descendiente de los Omeyas cordobeses, lo que provocó el descontento de Aben -Farax, nombrado Gran Visir, y que se consideraba del linaje de los Abencerrajes. La rebelión triunfa en numerosos pueblos Alpujarreños, donde era mayoría la población morisca, dirigiendo su ira contra la minoría de cristianos viejos, resultando muchos cruelmente asesinados, salvo que abjurasen de su fe cristiana, supuesto que en ningún caso se dio según Mármol Carvajal. La Guerra Civil (entre vecinos que llevaban 75 años conviviendo, muy parecida a la guerra de 1993-94 entre los bosnios y serbios), tenían ante todo un tinte religioso, y en los pueblos alzados resultaron martirizados los clérigos y sacristantes sobre todo, llevándose a cabo la restauración del Islam (construcción de la mezquita de Ugijar). En los pueblos liberados, se volvía a la vestimenta árabe, al lenguaje de la algarabía, y a la recuperación de las zambras y leylas, cosa que a los sediciosos causaba una gran alegría, convencidos de que habían recuperado su libertad. Como la pólvora, la rebelión morisca poco a poco se iba extendiendo por todas las serranías (Ronda, Bentomiz, Contraviesa, Nevada, Gádor, Baza, Filabres...) del antiguo reino de Granada: Andalucía Oriental estaba en llamas, y la respuesta cristiana no tardaría en llegar.

  • III.- LAS CRUELDADES DE LA CONTIENDA. DIVISIÓN EN LOS BANDOS.

    LA SOLICITUD DE AYUDA EXTERIOR. SITUACIÓN EN SEPTIEMBRE DE 1569.

    Desde los primeros momentos de la rebelión, en ambos bandos aparecen situaciones de extrema crueldad, impropias de gentes que llevaban décadas "conviviendo" en común, pero que en el fondo mantenían sistemas de vida excluyentes. La ira morisca, tuvo como epicentro a los clérigos, a quiénes culpaban de sus males (no se puede olvidar el papel beligerante de la Inquisición en lograr la asimilación cultural y religiosa de esta minoría), resultando asesinados en la Alpujarra, cerca de 150 religiosos, la mayoría bárbaramente torturados, en lo que se conoce como "los mártirios" de la Alpujarra. El bando cristiano tampoco se quedaba atrás, en su política de "tierra quemada", porque en muchas de sus columnas militares, se actuaba a la "soldadesca", es decir, muchos de sus integrantes eran aventureros o "soldados de fortuna", que se movían exclusivamente por su afán de botín, que aparte de joyas y ganados, buscaba ante todo apoderarse del elemento "humano", especialmente de mujeres y niños moriscos para su venta como esclavos. En los dos años de guerra, en Guadix, Baza, Almería, Vélez-Blanco y Vera, florecieron con gran fuerza los mercados de esclavos, y de forma similar actuaban los moriscos, siendo los cristianos cautivos remitidos a Argel para su venta, o bien cambiados por armas, destacando en este tráfico, lugares como Sorbas o Ugijar.

    En esta contienda civil, también cabe destacar la división interna de los bandos enfrentados, y algo que siempre destaca en el ámbito musulmán, que es la prevalencia de lo individual sobre lo colectivo. El asesinato de Abén-Huya por parte de los turcos y su primo Aben Aboo es un ejemplo de ello. En la parte cristiana, la división obedecía a intereses económicos, como la entrada en la guerra del III Marqués de Los Vélez, D. Luis Fajardo, de mano de los Enriquez de Baza, para alcanzar influencia territorial en el Altiplano granadino. También es muy conocida, la discordia existente en Granada, entre el Capitán General (familia Mendoza), muy partidario de suavizar la guerra y la Chancillería, con D. Pedro Deza al frente y un belicista declarado, partidario de acabar para siemre con la "cuestión morisca".

    En septiembre de 1569, la situación en toda la zona del Levante almeriense es muy complicada, debido a los grandes éxitos moriscos en el Almanzora (toma de Purchena y Serón), y Abén Humeya, aunque parece que centra su atención en la zona de Galera y Huéscar, realmente quiere jugarse todo a una carta, abriendo una "cabeza de puente" en la zona costera, para que le llegue la prometida ayuda turca y berberisca en una mayor proporción: Vera es su gran objetivo, como ciudad destacada que le daría renombre en el ámbito de sus relaciones exteriores.

  • IV. LA ESTRATEGIA DE ABEN-HUMEYA.

    LOS PREPARATIVOS PARA LA DEFENSA DE LA CIUDAD. EL APOYO LORQUINO.

    Desde el mes de mayo de 1569, el Estado Mayor Morisco tiene sus ojos puestos sobre Vera, la ciudad más importante hacia el oriente después de Almería. El "reyezuelo" de las Alpujarras, transcurridos 6 meses del inicio de la contienda, sabe que necesita controlar un punto del litoral, que además de darle prestigio, le pudiese servir para recibir la ayuda de sus hermanos de fe, tanto de Marruecos (Rey de Fez) como de Argel, donde como avanzadilla del Gran Turco, operan numerosos y arrojados guerreros berberiscos, que se dedican puntualmente a cometer actos de piratería en el Mediterráneo Occidental. Una vez controlado el Almanzora, donde ya funciona un "Estado Morisco", ganadas las fortalezas de Serón, Purchena y Cantoria, Aben-Humeya traslada a Sorbas su cuartel general, para esperar también los resultados de sus emisarios enviados a "allende" del mar.

    Pero, si en la primera mitad del año, los veratenses habían actuado un tanto alocadamente, enrolando a sus jóvenes en las milicias murcianas camino de las Alpujarras, deseosos de alcanzar gloria y botín, en ese verano de 1569, la situación es radicalmente distinta, estando la ciudad y las alquerías de su alfoz, totalmente amenazadas y rodeadas por los Moriscos, dueños y señores de casi todo el valle del Almanzora y la mayor parte de las poblaciones de la Sierra de Los Filabres. Vera está rodeada de enemigos, con el mar a sus espaldas y únicamente cuenta con el apoyo de la ciudad de Mojácar, donde también viven cristianos viejos, y sobre todo con la protección de Lorca, la ciudad murciana a la que se asigna la responsabilidad de aprestar el primer socorro a esta zona del litoral almeriense, estando también en alerta la ciudad de Murcia y una parte de la flota fondeada en Cartagena. De esta forma, los meses de verano, se aprovechan para establecer un gran dispositivo de alarma entre torres de almenara y ahumadas (el telégrafo de la época) y que comunica a Mojácar y Vera con Lorca, que ha sido muy estudiado por los historiadores, ya que en los momentos críticos había de resultar muy eficaz.

    La cercanía de la presencia de Abén-Humeya en Sorbas, convence definitivamente a los veratenses, que el cerco ya estaba cercano y los primeros días del mes de septiembre son aprovechados para aprovisionar con vituallas la ciudad, y asegurar el recinto amurallado con la mayor cantidad de agua posible, para lo cual se utiliza la enorme aljibe de la Iglesia-Fortaleza de La Encarnación.

  • V.- EL CERCO DEL DÍA DE SAN CLEOFÁS.

    EUFORIA DE ABEN HUMEYA ACAMPADO EN EL CERRO DEL ESPÍRITU SANTO (VERA LA VIEJA).

    La red de espionaje montada por el Alcalde Mayor de Lorca HUERTA SARMIENTO en el Bajo Almanzora, da sus frutos y el 17 de septiembre de 1569, son capturados 3 moriscos, que sometidos a tortura declaran las intenciones de Aben Humeya de tomar Vera, circunstancia que es comunicada inmediatamente al concejo veratense, al Capitán General D. Juan de Austria, al Comendador Mayor de Castilla, D. Luis de Requesens que comanda la flota para que controle la franja costera y al marqués de Los Vélez, para que todos estuviesen apercibidos para prestar el socorro a Vera, si su cerco se confirmaba. Entre la costa de Mojácar y Vera, el día 19 desembarcan 900 tiradores berberiscos que refuerzan al ejército rebelde en Sorbas, siendo hechos tres prisioneros que confirman los apoyos del "Reyezuelo" en los reinos del norte de África: estaba claro, Vera debía ser tomada a cualquier precio, para que la causa morisca tuviese alguna opción de triunfar.

    El día 23 de sepiembre, se hace un simulacro de alarma entre Vera y Lorca, a través de las torres de almenara y atalayas que funciona a la perfección, quedando todo preparado para otro ensayo el día 24. Sin embargo, las comunicaciones que se hacen en la madrugada del día 24 son reales, porque Aben Humeya avanzaba al al frente de un poderoso ejército por el río Almanzora, cuyo curso abandona antes de Overa y tomando "la buelta de la Atalaya de la Ballabona y por allí se puso en pocas horas a la vista de la ciudad de Vera, que YA TENÍA NOTICIA de su venida y estaba aderezada para su defensa, sus puertas muy bien cerradas y proveídas las necessarias cosas de sus bastimentos" (Ginés Pérez de Hita). Siendo las ocho de la mañana del día 25 de septiembre, SAN CLEOFÁS, el Rey Alpujarreño está frente a los muros de Vera, comandando a unos 12.000 hombres, que ven a la ciudad como una "presa fácil" y por eso hacen la "ZALA", oraciones a Alá para que les ayude en tan gloriosa jornada. Aben Humeya pone su campo sobre Vera la Vieja (cerro del Espíritu Santo) y desde allí, para anunciar su presencia y amedrentar a la población, realiza una gran descarga de arcabucería contra "Vera la Nueva", que está situada muy cerca, hacia el Este, de las faldas del cerro donde se encontraba la antigua ciudad medieval destruida en 1518 por un terrible terremoto.

    Sin embargo, el alarde morisco no desanima al Alcalde Mayor de Vera, AGUSTÍN MÉNDEZ PARDO, que sale con tropas de la ciudad para plantear una escaramuza al enemigo, en una formidable y peligrosa maniobra de distracción, para enviar correos a Lorca, que confirmasen que Vera estaba cercada y a punto de sucumbir, dada la desigualdad de los bandos enfrentados. De esta forma, DOS valientes correos veratenses, a las 10 de la mañana, salen a todo galope hacia Lorca.

  • VI.- LA DUREZA DEL ASEDIO. INCAPACIDAD DEL EJÉRCITO MORISCO.

    DISPOSITIVO DE SOCORRO DE LORCA.

    Como se indicaba en crónica anterior, desde las 8 de la mañana del día San Cleofás, Vera se encontraba totalmente cercada, y la valentía de su Alcalde Mayor, el licenciado Méndez Pardo, con una hábil estratagema, facilitó que sobre las diez, dos escuderos, Martín Gómez y Francisco Soler ("Informe del Cerco a Vera" de 1595, Archivo de Lorca), partiesen hacia la ciudad del Guadalentín para confirmar a sus autoridades la gravedad de la situación, tal y como se manifestaba por las "ahumadas" que desde Mojácar, cabezo de la Jara, Cerro Gordo, y por el pasillo de Guazamara, conectaban con la torre Alfonsina del castillo de Lorca. El prudente Alcalde Mayor lorquino, Huerta Sarmiento, para las doce del mediodia ya estaba prevenido por el sistema de alarma, y a la salida de misa mayor (cerca de la 1 de la tarde), llegaba el correo veratense Francisco Soler, facilitando un informe real: Vera se encontraba cercada por unos 12.000 moros, y sin un pronto socorro, la ciudad podía ser tomada, logrando Aben Humeya su deseado objetivo: dominar una porción de costa para que le llegue la ayuda norteafricana iniciando así una nueva conquista de Al Andalus. Mientras tanto, ¿qué era de los sitiados?

    Tras la escaramuza inicial mantenida fuera de las murallas por un escuadrón de 30 caballos, los veratenses se parapetaron tras los muros de tapial, no muy consistentes, a esperar la embestida de los moriscos, que emplazaron dos piezas ligeras de artillería (dos "pecezuelas" según los cronistas), a la altura de una huerta situada en el "Cabecico", para derribar el torreón existente en la "puerta de Antas", (intersección actual calle de las Angustias con inicio calle Mayor), con la buena fortuna para los sitiados, de que uno de los anticuados cañones sólo disparase una vez, pues reventó, probablemente por exceso de carga de pólvora. La otra pieza artillera, también quedó fuera de servicio, pues un avispado arcabucero cristiano, sabiendo lo que se hacía, hirió al artillero desde una tronera, quedando de esta manera inutilizada la batería; esta circunstancia, junto al hecho de que según parecía, el enemigo musulmán carecía de escalas para saltar las débiles murallas, animó mucho a quiénes tan valerosamente se defendían: Vera, podía ser salvada.

    En Lorca, el alarde (concentración de las tropas para el socorro a Vera), se fijó para las tres de la tarde en la Ermita de Nuestra Señora de Gracia, y en poco tiempo después, la milicia estaba preparada, saliendo hacia Vera sobre mil peones (soldados a pie) y cien hombes a caballo.Al mismo tiempo, Huerta Sarmiento despachaba correos a Murcia y principales ciudades del reino, avisando también a la flota en Cartagena.

  • VII. VALOR DE LA MUJER VERATENSE EN LA DEFENSA DE LA CIUDAD.

    TERMINACIÓN DEL CERCO DE VERA. LLEGADA DEL SOCORRO LORQUINO. VENGANZA DE ABEN HUMEYA EN LAS CUEVAS DEL MARQUÉS.

    La suerte acompañaba a los veratenses en la enconada defensa de la ciudad, pues inutilizadas las dos baterías que traían los moriscos y careciendo los atacantes de escalas para asaltar las murallas, aunque la proporción de los enfrentados era de 5 a 1 favor de los de Aben Humeya, a pesar de la debilidad del amurallamiento (de fábrica de tapial y no de piedra), la defensa era relativamente fácil, pues bien pertrechados de municiones el bando cristiano, y perfectamente parapetados tras las troneras de las murallas, las escamuzas se centraban en el intercambio de tiros de arcabuces y escopetas, resguardándose los rebeldes en las casas de los arrabales, situadas extramuros del perímetro defensivo veratense. El recinto amurallado en 1569 no era muy extenso (calle Coletos, Aduana, Virgen de las Angustias, Mar, Sol y Labradores con Coletos), y por eso dicen las crónicas, QUE los tiros de los arcabuces cruzaban la muralla de un lado a su opuesto. No obstante, la gran baza defensiva, en caso de derribo de las murallas, lo constituía el gran baluarte de la Iglesia-Fortaleza de la Encarnación, que hubiese sido imposible de tomar por los moriscos, en caso de haberse tenido que refugiar en bajo sus impresionantes muros, los vecinos sitiados.

    Es muy curiosa la descripción de la batalla del "día de San Cleofás", que hace el historiador lorquino (nacido en Mula) Ginés Pérez de Hita, que participó en la guerra de las Alpujarras, con su desbordante imaginación, donde muestra su admiración hacia el valor de la mujer veratense y lo dice así: "las mujeres trabajando varonilmente con las faldas alzadas, unas hacían balas para que las tirasen sus maridos, y otras asaban carne y y guisaban ollas para las defensores de la plaza. Todo era común en la ciudad, y todos comían de lo que había, sin apartarse un punto de la muralla por el temor de que el enemigo la escalase."

    En la madrugada del día 26, cuando los moriscos trataban de picar las murallas para el definitivo asalto, llega el socorro de Lorca, que había estado marchando toda la noche llegando poco antes del alba a la fuente de Pulpí, siendo Juan Soler de los primeros vecinos que lo advirtieron, al estar de guardia en el torreón de la puerta de la Mar: Vera estaba salvada.

    Ante la llegada de las huestes murcianas, Abén Humeya levanta el cerco de Vera y se encamina hacia Las Cuevas, lugar de jusdicción del marqués de Los Vélez, D. Luis Fajardo, su enemigo mortal, pues lo había vencido en la importante batalla de Berja y humillado en su propia tierra de origen: en Válor, dos derrotas que jamás olvidó el "reyezuelo" alpujarreño.

CURIOSIDADES DE INTERES

RESTOS DEL CASTILLO DE LA ANTIGUA CIUDAD DE BAYRA.

RESTOS DEL CASTILLO DE LA ANTIGUA CIUDAD DE BAYRA.

En el Cerro del Espíritu Santo existen muchos restos de la antigua ciudad de Bayra (Vera Musulmana). En la fotografía aérea se pueden apreciar los restos del castillo o alcazaba y que a día de hoy se conservan en la cima del Cerro. En la otra fotografía se señalan y describen cada uno de estos elementos de la fortaleza. Como se puede ver, es fácil reconocer los muros de las torres, dependencias, huecos de puertas y ventanas, el aljibe que abastecía de agua al castillo, el patio de armas, restos de murallas exteriores, y uno de los elementos de mayor importancia y que es el arco de entrada con la escalera de tres tramos en "T". Os invitamos a todos a que subáis al Cerro del Espíritu Santo, y con estas aclaraciones podáis admirar e identificar estos restos arqueológicos, testigos de nuestro pasado medieval.

LA ORDEN DE MONTESA, HEREDERA DE LOS CABALLEROS TEMPLARIOS

LA ORDEN DE MONTESA, HEREDERA DE LOS CABALLEROS TEMPLARIOS

Varias fueron las órdenes militares y de caballería que acompañaron al Rey Fernando el Católico en la toma de Vera aquel 10 de junio de 1488. Una de ellas fue la Orden de Caballeros de Montesa, digna seguidora de la tradición guerrera del Temple o Caballeros Templarios, recibiendo además todos los bienes de la orden de los Caballeros Templarios del Reino de Valencia. En este año de 1488, el Maestre de la Orden era el Infante Felipe de Aragón y Navarra, sobrino del Rey Fernando, quien también estuvo presente en la toma de Vera y Muxacar (tal y como se indica en el libro Montesa Ilustrada), llegando hasta Baza, donde murió de un arcabuzazo disparado a bocajarro cuando contaba con 32 años. En la ilustración se observa la cruz de la Orden de Montesa.

SILLERIA TOLEDO

SILLERIA TOLEDO

En la sillería del Coro de la Catedral de Toledo, la reconquista de Vera quedó plasmada para siempre. Fue un 10 de junio de 1488, y todo el Levante y Norte de Almería (la "Axarquía" almeriense) acudió al Real, campamento de los Reyes Católicos, a rendir homenaje a sus nuevos soberanos; la población musulmana, adquirió la condición de "mudéjar" (comunidad de creyentes bajo soberanía "infiel"), siendo desplazada de las ciudades de Mojácar y Vera, que se vincularon directamente a la Corona como "ciudades de Realengo", estando muy claras las intenciones de Isabel y Fernado, para que se conviertieran en plazas fuertes "cristianas" rodeadas de una población hostil apegada a sus costumbres islámicas. Un nuevo capítulo de la historia, acababa de iniciarse......"

Es cierto un nuevo capítulo de la historia está naciendo, pero en realidad lo que estamos haciendo es renaciendo...

Por si no lo sabíais, en nuestra localidad ya se celebraban hace muchos años Fiestas de Moros y Cristianos. Según Juan A. Grima Cervantes en su libro "La Fiesta de Moros y Cristianos en la Villa de Carboneras", habla de que en Vera tiene como Patrona a la Virgen de las Angustias y como Patrón a San Cleofás; éste fue instituido en conmemoración del santo del día, el 25 de septiembre de 1569, del levantamiento del cerco tras el asedio que sufrió Vera por las tropas moriscas capitaneadas por Aben Humeya. A partir de esta fecha, se celebran todos los años unas fiestas, la última semana de septiembre, de gran atractivo y diversión que reúnen a gentes de toda la comarca. Fiestas que han ido cambiado de contenido a lo largo de los siglos, celebrándose unos años fiestas de Moros y Cristianos, otros Toros, Juegos de Cañas, Ferias de Ganado... Las Fiestas de Moros y de Cristianos dejaron de celebrarse en 1588, aunque han ido apareciendo y desapareciendo a lo largo del tiempo.

Con este proyecto, estamos recuperando una tradición perdida en el tiempo, que ha desparecido de la memoria de los veratenses, pero con ilusión la vamos a devolver a nuestro municipio.

Para terminar, decir que es la mejor manera que se nos ocurre de dar a conocer al pueblo de Vera parte de nuestra historia, y que muchos de nuestros vecinos desconocen....pretendemos que cultura, historia y fiesta vayan de la mano. Espero que este proyecto os guste, y que se pueda llevar a cabo. Bienvenidos!!